Les voy a narrar un sueño que tuve.
Estaba ambulando por un bosque, este era verde, húmedo, mohoso y oscuro, un lugar donde nadie quisiera estar; entonces iba caminando por su sendero, apresurado para llegar a mi destino me tropiezo con una chica, pelo negro, ojos verdes claros, de mi estatura, bonita sonrisa sin importar que tuviera brakets, nariz perfilada, en fin, era bonita.
-¿Estás bien? Le pregunto mientras me levanto.
-Si. Me responde cuando la ayudo a levantarse.
-Perdón, no estaba consciente de nada por estar apurado, es que necesito llegar a un compromiso y este bosque me da mal augurio.
-¿Mal augurio? -dijo sorprendida- ¿No ves la belleza que hay aquí, todas estas flores, árboles, matorrales y demás?
-Si la veo pero...
-¿Pero qué? -me interrumpe exaltada-.
-Su oscuridad, me da pavor, es como si me indicara que algo malo va a ocurrir.
-No -se ríe- sólo porque todo sea más oscuro no indica que sea de mal augurio.
-Tienes razón.
Después de eso no recuerdo que le dije pero si se que le ofrecí mi compañía hacia donde fuera. Seguimos hablando, le dije mi nombre, ella el suyo, Loredana y así hasta que en un momento la invite a mi casa. Aceptó.
La siguiente escena es ella y yo tomándonos fotos con la cámara, mueca tras mueca nos íbamos riendo, yo apreciaba lo bonita que era cuando veíamos las fotos. En un momento su teléfono sonó, habló por un largo rato y luego, después de haber terminado la llamada, me dice que no hay nadie que la pueda llevar y yo le digo que si la puedo escoltar a su casa. Ella acepta.
Vamos camino hacia su casa pasando por el bosque donde nos conocimos, hablando y riendo, un grato momento hasta que aparece un hombre con un garfio, igual al Capitán Garfio, cabello largo negro, ropa de capitán, ustedes saben como es él. Agarra a Loredana por la espalda y la inmoviliza. Garfio me pide mi billetera, pero por error yo la dejé. Negándole que tengo la billetera se molesta y corta a Loredana y huye dejándola en el suelo.
Yo, llorando y haciendo presión en la herida para que no se desangre le digo que todo va a estar bien mientras grito por ayuda. Ella me dice padeciendo:
-Las cosas pasan por algo, no es tu culpa.
-¡Claro que si lo es, si tuviera mi billetera todo hubiera sido diferente!
-No... no lo es...
En eso Loredana cierra los ojos y no me da signos vitales, solo veía perplejamente su cara. En instantes aparezco llorando en el cuarto pensando cuando nos estábamos tomando las fotos y riendo. Llegue a pensar en un momento que nada había pasado, así que fui a buscarla pero solo encontré más pesar y lo único que logré fue avivar la herida pensando que maté a la persona de la que me había enamorado.
Y en eso desperté.
The Garden Rules - Snow Patrol