Este año lo comencé con expectativas altas, las suficientes para animarme a varias cosas, cosas que luego lamentaría. Me precipite al amor, hable sin pensar, pelee buscando la razón donde no la tenía e intente hasta que me dijeron "Para". Todo comenzó con dedicación, esperanzas y arduo esfuerzo para luego terminar con descuido, dudas y con ganas de jamas volver a hacer algo. No será muy duro para ustedes, pero para mí fue tirarme un roca encima mío que doblará mi peso y decirme: "Levántala y llévala contigo" Que tarea tan dura fue.
Esa "roca" estaba llena de pensamientos, largas conversaciones conmigo mismo que jamás quisiera volver a tocar y el fallido resultado que obtuve. En esas conversaciones conmigo mismo me decía: "Ya no quiero resistir más, quiero que nada de esto allá pasado, quiero olvidar lo recordado, solo quiero tirarme a llorar y ser consolado, solo quiero apoyo, quiero ayuda sin tener que pedirla ..." -Lo que me impresiono fue que no lloré, se me aguaron los ojos, tuve un fuerte nudo en la garganta, cerré los ojos, apreté los puños los más duro que pude y pensé: "Estoy terminando como las personas que yo tanto critico, las que viven de su pasado y el presente les atormenta, las que lloran por algo que luego pueda ocurrir, las que no piden ayuda por tener ese estúpido orgullo, ¡oh! como las odio, pero y si yo estoy pasando por esta etapa, ¿por qué no superarla?, tirar todas esas penas a mi lado, levantarme firme y seguro de mi mismo y seguir caminando". "La vida sigue, no te detengas solo siguele el paso" pensé, ¿para que ponerme así cuando puedo disfrutar? Solo hay que verle el lado positivo a las cosas negativas, se que es difícil de encontrarlo pero uno nunca encontrará nada de esa manera, y si consigues algo es porque se apiadaron de ti.
Asentí la cabeza, me levante de mi cama y el resto es irrelevante.
No hay comentarios:
Publicar un comentario